martes, 10 de mayo de 2016

A mi madre

A la mujer que me otorgó la vida, 
A quien me tuvo en su barriga y trajo esta familia, 
A mi primer amiga y medica de cabecera, 
Yo tu hijo, tú el cobijo que me protegió de todo lo que hay fuera.

Quien me dijo "tú hazme caso y todo te irá bien", 
Lo hice y ahora mírame, ver para creer, 
La que me bañó en mil caricias y sé con abrazos, 
Curó mis heridas con besos en su regazo.
 
Eres el espejo dónde mirarme, 
Porque más que carne y huesos, más que mi carne, 
La familia no se elije, esa es la única constante, 
Pero ni por todo el oro del globo querría cambiarte, 
Dicen que solo hay una, y a mi me vale.
 
Porque no habrá nadie que me quiera como tú, ninguna, 
Tanta locura desde la cuna y hasta las canas, 
Como la luz de luna me alumbras, como las hadas, 
Confiaste en mí cuando dedos me señalaban.
 
Y perdonaste cuando el resto sentenciaba, 
Celebraste cada paso que daba, 
Cada logro como el triunfo del fruto de tus entrañas, 
Mi primera palabra va dedicada a la primera dama.
 
Mi ángel de la guarda y maná, 
La palabra más hermosa que haya sido pronunciada, 
Y escuchada por el hombre y no es otra que "mamá" 

Para mi madre por lo bueno, por lo malo, 
Por demostrarme que el amor es un regalo, 
Por la palabra y el orgullo de la sangre, 
Por el simple milagro del beso que mata el hambre.
 
Ella me enseñó a andar de frente, 
A no fingir y sentir si el alma siente, 
A no mentir cuando todo el mundo miente, 
A mirar siempre a los ojos cuando hablo con la gente.
 
Me dijo "hijo se valiente, valiente que aquí la vida es cruel", 
"Que no te engañe una fachada reluciente, 
Que lo único que importa está debajo de la piel" y, 
Y si la vida viene y no hace confesiones.
 
Mamá me dijo "hijo has de estar dispuesto, 
A echarle más cojones que el resto, 
A poner el corazón en cada palabra de tu texto", 
Y tu palabra fue mi escuela.
 
Mi centinela, el viento de mi vela, 
De ahí aprendí a defender a mi familia y a mi nombre, 
Y a siempre comportarme como un hombre, 
Yo soy la fruta del manzano, tu el artesano de la noche y de la Calma,.

Forma del alma de mis hermanos, 
Tú eres la alfarera, yo tan solo barro entre tus manos

De "Mi primera palabra" Rayden/Sharif

Filosofía de vida, aprendizaje del andar.

 ¿Realmente necesito de alguien para sentir amor, me refiero calor, sentir como los cuerpos chocan y colisionan en pasión? Me explico, dan s...