"El poema que dejo tu muerte"

Me encuentro padeciendo la derrota de tu partida,
Ahora entiendo que no podré verte nunca,
Porque solamente tu alusión en mi mente tengo guardado,
Yo no creo en las plegarias creo en la evocación de tu recuerdo.

Ahora me descubro frente al espejo con una simple misiva que plasme este dolor,
Requiero saciar entre la libreta la remembranza de tu mirada,
Me parece inexcusable este martirio que dejo tu adiós
Toda tu persona, toda tu ardentía en un segundo se esfumó.

Hoy no tengo ganas de charlar de ventura,
Hoy quiero atiborrarme de esta soledad,
Ahora me regocija esta melancolía con su abrazo negro,
Que me manifiesta que la existencia es alegría y dolor.

Hoy plaño y desgarró mi corazón en esta poesía,
Porque frente al folio puedo sentirme sin ataduras,
Solo mi sollozo y el silencio de mi pluma,
Me transporta a un estado conectado de penumbras.

Todo es un curso entre convivir y dejar ir,
En profundizar en vivir, teniendo una existencia limitada por sentir,
Vive y siente día a día, cada emoción que tu corazón persiga,
Solo nos queda esta corazonada como antorcha y farola de vida.

“Si creyera que te volvería a ver después de la muerte, ya no estaría aquí escribiendo esto.”